En el ámbito de la salud, la seguridad y la higiene son dos pilares fundamentales. Sin embargo, cuando hablamos de prevención de riesgos laborales, muchas veces se piensa únicamente en hospitales y quirófanos, olvidando que otros entornos sanitarios, como las clínicas de fisioterapia, también requieren medidas específicas de protección.
Los EPI en fisioterapia son una herramienta esencial para salvaguardar la salud tanto de los profesionales como de los pacientes.
El uso adecuado de equipos de protección individual en fisioterapia responde a protocolos de prevención a la par que garantiza la calidad asistencial y el cumplimiento de las normativas de seguridad laboral.
Por todo ello, creemos que es importante repasar cuáles son los riesgos de la profesión, qué EPI son necesarios y cómo elegirlos correctamente.
EPI en fisioterapia, garantía de higiene y seguridad
La fisioterapia es una profesión que, por su naturaleza, implica un contacto físico directo y constante con los pacientes. Este factor, sumado a las características del entorno de trabajo, hace imprescindible contar con un plan de prevención que incluya el uso de EPI en fisioterapia.
En este sentido, es importante tener claros los principales riesgos laborales en el sector de la fisioterapia incluyen:
- Exposición a agentes biológicos: Virus, bacterias y hongos pueden transmitirse por contacto directo o a través de superficies contaminadas.
- Lesiones musculoesqueléticas: La manipulación manual de pacientes, la realización de movilizaciones o el mantenimiento de posturas forzadas durante largas jornadas favorecen la aparición de lesiones de espalda, hombros o muñecas.
- Contactos accidentales con fluidos corporales: Durante tratamientos como masajes, drenajes linfáticos o fisioterapia respiratoria.
- Contaminación cruzada: Si no se utilizan las medidas higiénicas adecuadas, el fisioterapeuta puede convertirse en un vector de transmisión para otros pacientes o compañeros.
Como ves, las consecuencias de estos riesgos no son para tomarlas a la ligera, por lo que frente a ellos, el uso de EPI en fisioterapia se vuelve imprescindible para crear un entorno de trabajo seguro y minimizar la posibilidad de contagio o lesión.
Tipos de EPI para fisioterapia
Cuando hablamos de EPI en fisioterapia, nos referimos a todos aquellos que están diseñados para ofrecer protección específica frente a los riesgos mencionados en el anterior apartado, garantizando la seguridad tanto del fisioterapeuta como del paciente.
A continuación, listamos los más importantes:
- Guantes de protección: Los guantes sanitarios son un elemento básico para evitar el contacto directo con fluidos y garantizar la higiene. Pueden ser de látex, nitrilo o vinilo, dependiendo de las necesidades de sensibilidad y protección.
- Mascarillas: Especialmente importantes en procedimientos donde hay riesgo de transmisión aérea de agentes patógenos. Las mascarillas sanitarias más utilizadas en fisioterapia son las quirúrgicas y FFP2, dependiendo del nivel de exposición.
- Batas y uniformes sanitarios: Las batas y uniformes sanitarios protegen la ropa de calle del fisioterapeuta y evitan la contaminación cruzada. Además, deben ser cómodos y permitir la movilidad durante las sesiones.
- Zuecos sanitarios: El calzado también forma parte de los EPI. Es importante elegir los mejores zuecos sanitarios para el trabajo de un fisioterapeuta y que, por supuesto, sean antideslizantes, ligeros y fáciles de limpiar.
- Pantallas faciales y gafas de protección: En situaciones donde exista riesgo de salpicaduras de fluidos, es recomendable complementar la protección facial con pantallas o gafas.
- Protección lumbar: Aunque no siempre se incluye como EPI, el uso de fajas o soportes lumbares es esencial para prevenir lesiones musculoesqueléticas derivadas del esfuerzo físico.
No olvides que los EPI en fisioterapia deben adaptarse al tipo de tratamiento y al nivel de riesgo, fusionando comodidad, higiene y protección.
Cómo elegir el mejor EPI para fisioterapia
La elección del EPI adecuado debe basarse en un análisis de los riesgos específicos del centro y de la actividad que desempeñe cada profesional.
Te dejamos, a continuación, los pasos a seguir para asegurarte de hacer la elección correcta:
- Identificar los riesgos existentes
No todas las sesiones de fisioterapia implican el mismo nivel de exposición. Por ello, es fundamental realizar un diagnóstico previo para determinar qué tipo de protección se necesita.
- Priorizar la comodidad y la ergonomía
Los EPI en fisioterapia deben ser cómodos y permitir libertad de movimiento. Un guante demasiado rígido o una bata mal ajustada puede dificultar el trabajo y afectar negativamente al tratamiento.
- Garantizar la higiene y la facilidad de limpieza
Los EPI reutilizables, como los uniformes sanitarios (enlace a blogpos 2 de abril una vez publicado) o los zuecos, deben ser fáciles de limpiar y resistir desinfecciones frecuentes.
- Cumplir con las normativas sanitarias
Es imprescindible que todos los equipos de protección individual utilizados en fisioterapia estén homologados y cumplan con la legislación vigente en materia de prevención y salud laboral.
Recuerda que escoger el mejor EPI para fisioterapia implica encontrar el equilibrio perfecto entre protección, comodidad y cumplimiento normativo.
Normativas y certificaciones para los EPI en fisioterapia

Los EPI en fisioterapia deben cumplir con las normativas y estándares establecidos para garantizar su eficacia y seguridad.
Según el Reglamento (UE) 2016/425, todos los equipos de protección individual comercializados en la Unión Europea deben contar con el marcado CE y cumplir con los requisitos esenciales de salud y seguridad.
Vamos a listar algunas de las normas específicas para cada EPI:
- EN 374: Guantes de protección contra productos químicos y microorganismos.
- EN 14683: Requisitos para mascarillas quirúrgicas.
- EN 13795: Batas y ropa sanitaria utilizadas en ambientes clínicos.
El cumplimiento de las normativas y certificaciones garantiza que los EPI en fisioterapia ofrecen la protección necesaria y cumplen con los estándares legales exigidos.
Y, más allá de la normativa vigente, los EPI deben formar parte de los protocolos de gestión de seguridad sanitaria establecidos por cada centro de salud.
Como has podido comprobar a lo largo de este artículo, los EPI en fisioterapia son un elemento imprescindible para garantizar la seguridad laboral y la salud tanto de los profesionales como de los pacientes. Su correcta elección y uso permiten minimizar los riesgos de contagio, lesiones y accidentes en el día a día del trabajo sanitario.
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