Los guantes de seguridad son uno de los EPI más utilizados en el entorno laboral. Protegen las manos frente a cortes, impactos, productos químicos, temperaturas extremas o riesgos eléctricos.
Pero su eficacia no solo depende de que estén bien elegidos, sino de cómo se mantengan, se limpien y se sustituyan cuando llega el momento.
Muchas veces, el deterioro no se ve a simple vista. Y seguir utilizando unos guantes en mal estado genera una falsa sensación de protección que puede traducirse en accidentes, lesiones y paradas innecesarias.
En este artículo te damos las claves para alargar la vida útil de los guantes sin comprometer la seguridad laboral, identificar cuándo deben reemplazarse y mantenerlos siempre en condiciones óptimas.
Por qué es clave mantener tus guantes de seguridad en buen estado
A diferencia de otros EPI, los guantes están en contacto directo y constante con herramientas, sustancias, superficies calientes o cortantes. Son la primera barrera y, muchas veces, la única.
Y usar unos guantes dañados o sucios conlleva riesgos:
- Pérdida de agarre y control de herramientas.
- Filtración de sustancias químicas o biológicas.
- Riesgo eléctrico en guantes con fisuras invisibles.
- Reducción de la resistencia mecánica en guantes anticorte.
Ten en cuenta que el desgaste no siempre es visible. En muchos casos, el material interno se degrada con el uso o con una limpieza inadecuada, lo que reduce su capacidad protectora sin que el usuario lo perciba.
Además, mantener los guantes en buen estado alarga su vida útil, reduce costes y mejora el confort durante la jornada laboral.
Como ves, el mantenimiento adecuado de los guantes de seguridad no es un detalle menor, es una parte fundamental de la seguridad laboral diaria.
Buenas prácticas de mantenimiento según el tipo de guante de seguridad
Dentro de los diferentes tipos de guantes de trabajo, cada uno tiene unas características concretas, y, por tanto, un mantenimiento específico.
No todos pueden lavarse igual ni se deben conservar del mismo modo.
Por eso, vamos a profundizar en las mejores prácticas de mantenimientos para los principales tipos de guantes de seguridad:
- No usar lavadoras industriales si no están certificados para ello.
- Limpieza suave con agua templada y jabón neutro.
- Secado al aire, nunca en secadora.
- Inspección visual frecuente: si hay cortes, pérdida de fibras o deformaciones, deben sustituirse.
- Limpieza con un paño húmedo y jabón neutro.
- Pruebas periódicas de aislamiento (según normativa y fabricante).
- Almacenarlos extendidos en posición vertical, en fundas limpias, lejos de luz solar y fuentes de calor.
3. Guantes de protección química
- Enjuague inmediato tras su uso con abundante agua.
- Comprobar compatibilidad química con los productos manipulados.
- Desechar si presentan rigidez, porosidad o cambio de color.
4. Guantes térmicos o de bombero
- Evitar exposición prolongada a temperaturas extremas fuera de uso.
- Secado completo tras la jornada.
- Almacenamiento colgados o extendidos, nunca doblados.
- Inspección tras cada intervención: pérdida de propiedades térmicas o deformación = sustitución.
Además, es importante destacar la diferencia entre guantes desechables y reutilizables:
- Los desechables deben descartarse tras cada uso o contacto con sustancias peligrosas.
- Los reutilizables deben tener un protocolo de revisión antes de volver a usarse.
Recuerda que el mantenimiento debe adaptarse al tipo de guante de seguridad, siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante y las exigencias del entorno de trabajo.
Limpieza de guantes de seguridad: qué hacer y qué evitar
Una buena limpieza alarga la vida útil del guante, evita acumulación de sustancias peligrosas y mejora el confort del usuario. Pero una limpieza incorrecta puede anular sus propiedades protectoras.
Qué hacer:
- Leer siempre las instrucciones del fabricante.
- Utilizar productos neutros, agua tibia y evitar el uso de químicos agresivos.
- Secar bien antes de guardarlos.
- Limpiar los guantes inmediatamente tras su uso si han estado en contacto con sustancias peligrosas.
Qué evitar:
- Lavadoras y secadoras convencionales (salvo indicación expresa).
- Limpiadores abrasivos o disolventes.
- Dejar secar al sol o cerca de fuentes de calor.
- Reutilizar guantes desechables tras su uso.
Instrucciones específicas según el tipo:
- Los guantes con recubrimientos especiales pueden perder eficacia si se limpian de forma incorrecta.
- En los guantes dieléctricos, una simple grieta no visible puede suponer un riesgo grave tras un mal secado.
No olvides que una limpieza incorrecta puede ser tan peligrosa como no usar guantes. Cada tipo requiere cuidados específicos para conservar su nivel de protección.
Cuándo y cómo revisar tus guantes de seguridad
Una rutina de inspección sencilla puede evitar muchos problemas. Y lo más importante: debe ser diaria, antes de cada uso.
Revisión visual y táctil:
- Buscar desgarros, fisuras, cortes, rigidez o zonas desgastadas.
- Comprobar el agarre y la flexibilidad del material.
- Verificar el estado de costuras, forros y refuerzos.
Registro y comunicación:
- En entornos industriales, anotar incidencias o retiradas en un sistema de control.
- Marcar los guantes con fecha de uso o número de lavados, si procede.
- Avisar al responsable de prevención o almacén si se detecta algún defecto.
Una buena inspección puede evitar accidentes. Detectar el fallo antes de usar el guante es la clave para una protección eficaz y continua.
Cuándo reemplazar tus guantes de seguridad
Aunque los guantes no presenten daños visibles, deben sustituirse si han superado su vida útil o han perdido alguna de sus propiedades.
Porque la vida útil estimada es distinta a la vida real.
Algunos guantes tienen fecha de caducidad (especialmente los dieléctricos), pero la vida útil puede reducirse por exposición a productos agresivos, temperaturas extremas o mal almacenamiento.
¿Qué dicen la normativa y los fabricantes?
- Las normas EN obligan a mantener el producto en buen estado para que conserve su certificación.
- El fabricante suele establecer la frecuencia de revisión, limpieza y sustitución recomendada.
Por aquí te dejamos algunos criterios a tener en cuenta para un reemplazo inmediato:
- Cambio de textura o rigidez.
- Pérdida de agarre o sensibilidad.
- Olor fuerte o persistente tras limpieza.
- Deformación, quemaduras o manchas químicas.
El momento adecuado para reemplazar un guante no siempre es evidente. Pero esperar demasiado puede ser peligroso.
Los guantes de seguridad son uno de los EPIs más utilizados… y también uno de los que más desgaste sufren. Así que, es importante elegir los mejores guantes de trabajo, pero también saber cómo mantenerlos, limpiarlos y revisar su estado.
Desde ITURRI, con más de 75 años de experiencia en el sector de la seguridad laboral, te ayudamos a elegir los guantes más adecuados para cada tarea y te asesoramos sobre su conservación y vida útil para que nunca pierdas su nivel de protección.