Una mascarilla es un EPI respiratorio encargado de protegernos contra partículas, bacterias o virus. Su uso está indicado en ambientes laborales y también al aire libre cuando se estén practicando actividades que impliquen algún tipo de riesgo.
Podríamos decir que son un trozo de tela que cubre nuestra nariz y nuestra boca, protegiéndolas frente a impurezas (polvo, productos químicos, líquidos, etc.) y que también reducen el aire que expulsamos, así como la saliva o secreciones respiratorias al hablar, reír, toser, estornudar, etc.
Como consecuencia de la aparición de la COVID-19 y la obligación de llevar mascarilla para evitar contagios, se incrementaron las investigaciones sobre cómo las mascarillas protegen las personas, sobre cuánto tiempo deben de usarse o cuáles son las mejores según cada individuo. Por ello es muy importante conocer las diferencias que existen entre ellas.
Las mascarillas filtrantes cuentan con un filtro que protege al usuario gracias a un diseño capaz de filtrar partículas, aerosoles líquidos y patógenos presentes en el medio ambiente e impiden que el usuario las inhale.
Hay mascarillas en las que podemos encontrar una válvula de exhalación para hacer más fácil la respiración y también para evitar que el aire se condense. Esto es de mucha utilidad para las personas que llevan gafas, ya que evita que éstas se empañen.
Tipos de mascarillas
- Según su diseño nos podemos encontrar dos tipos, la cónica y la horizontal. La cónica tiene un clip en la nariz para que se sujete correctamente.
- Según su tejido podemos encontrar mascarillas de algodón o de tela. Un buen ejemplo de éstas son las mascarillas quirúrgicas desechables.
- Según la eficacia de filtración la mascarilla puede ser de tipo 1, 2 o 3.
El material que se encarga de filtrar detiene el paso del material contaminante y por eso utilizaremos un tipo de mascarilla u otra en función del nivel de toxicidad de la actividad que vayamos a ejecutar.
La UE distingue tres tipos de mascarillas según su nivel de filtrado: FFP1, FFP2, FFP3.
Mascarilla FFP1
Las mascarillas FFP1 tienen un nivel de eficiencia bajo con una capacidad de filtración de partículas del 78% y un 22% de fuga hacia el exterior, aunque estos valores pueden variar en función del fabricante.
Son adecuadas para la protección frente a residuos no tóxicos, polvo o aerosoles y tienen una capacidad filtrante limitada, reteniendo solamente las partículas más grandes que hay en el aire que se respira. Los lugares en lo que más se utilizan es en los pequeños comercios de peluquería o de alimentación. Por ejemplo, cuando alguien va a teñirse el pelo, los peluqueros y peluqueras se protegen con una mascarilla contra la potencia de los olores y vapores producidos por los productos químicos de los tintes.
Cuando llegó a nuestras vidas el Coronavirus, su utilización se hizo obligatoria y todos tuvimos que llevar nuestra mascarilla puesta en todo momento y aprendimos un poco más sobre ellas. En cualquier caso, y dada la baja protección que ofrecen, las FFP1 no están recomendadas para su uso en profesiones sanitarias.
Mascarilla FFP2
Las mascarillas FFP2 llegan a filtrar hasta un 92% de partículas. Su eficacia es de nivel medio y se recomiendan para trabajos donde el polvo no es tóxico, como pastelerías, panaderías, carpinterías, etc. Están consideradas como EPI´s y su objetivo no es otro que filtrar el aire inhalado evitando la entrada de partículas contaminantes.
Están recomendadas para protegerse frente a fluidos nocivos como polvo, humo o aerosoles de una toxicidad baja o moderada. Como hemos dicho, ofrecen una eficacia media con un nivel de filtración de un 8% hacia el exterior y su función principal es proteger tanto al individuo que la lleva puesta como a las personas que tiene a su alrededor.
Su vida útil ronda entre las 8 y las 12 horas y es importante cambiarla por una nueva tras cada jornada de trabajo o después de haber estado en contacto con sustancias contaminantes.
Es importante que tengan presente el certificado europeo porque así nos aseguraremos de que se trata de una mascarilla FFP2 homologada y tendremos una eficacia garantizada.
Mascarilla FFP3
Las mascarillas FFP3 tienen una capacidad de filtración muy alta, del 98%. Son capaces de protegernos contra sustancias tóxicas y venenosas como humo tóxico o aerosoles que emiten gran toxicidad. Además, nos defienden de virus, de bacterias y de agentes patógenos varios.
En las empresas de mármol se han dado casos de silicosis, una enfermedad bastante típica de este sector. Ésta se produce cuando se aspiran partículas de polvo de sílice para después depositarse en los pulmones. Se trata de una enfermedad irreversible provocada por la inflamación de los pulmones, haciendo muy difícil la respiración.
Un ejemplo muy reciente ha sido el Coronavirus. Cuando las personas acudían al hospital en el año 2020, antes de que hubiese vacunas y daban positivo, los profesionales sanitarios que les atendían estaban muy expuestos, pues los pacientes estaban con la boca abierta y expulsando virus a través de la saliva. Recordemos que cuando aquello empezó no existía la obligatoriedad de utilizar mascarillas.
Así, en ambientes de este tipo en los que el riesgo es muy alto deben usarse mascarillas FFP3.
Anteriormente se ha explicado el nivel de filtración de las mascarillas, pero ahora te vamos a dar un par de ejemplos para que lo entiendas bien.
- De metal detectable: es un puente nasal de metal que se halla integrado y garantiza la seguridad en la producción. No tiene grapas ni partes metálicas.
- Altamente visible: de color azul brillante, es fácilmente reconocible.
Cuenta con una tecnología de filtrado de baja resistencia a la respiración que consigue un filtrado muy eficiente a la vez que baja su resistencia a la respiración. Es decir, hacen más fácil la respiración y son más cómodas.
Su diseño incluye 3 paneles que se adaptan a cualquier rostro, sea cual sea su forma y tamaño, y esto permite un mayor movimiento facial durante la conversación. Es más cómoda de llevar y fácil de guardar.
Además, tiene un panel sobre la zona nasal con un diseño curvo que se adapta perfectamente al contorno de la nariz y los ojos dándonos un amplio campo de visión además de mejorar la compatibilidad con los protectores oculares.
¿Qué significa «Valor limite ambiental»?
El «Valor límite ambiental» se representa por las siglas VLA y alude a los valores de referencia para concentraciones de agentes químicos presentes en el aire. Con estos datos, nos informan de las condiciones a las que los trabajadores que no tienen patologías previas pueden estar expuestos a diario y durante toda su vida laboral, sin poner en riesgo su salud.
¿Cómo saber si una mascarilla es segura?
Cuando vayamos a comprar mascarillas, ya sean FFP2 o FFP3, hay que tener en cuenta algunos elementos de su etiquetado:
- Identificación del fabricante, lote, domicilio, e-mail y cantidad de unidades que contiene.
- Composición y materiales empleados en su fabricación.
- Características (si es reutilizable tiene que venir el número de lavados que soporta y cómo ha de lavarse y secarse).
- Si se trata de mascarillas desechables hay que hacer referencia a las normas UNE 0064, si son reutilizables a la especificación UNE 0065 y si vienen de la Unión Europea tienen que referirse al documento UNE-CWA 17553.
- Los datos de eficacia de filtración también deben de estar incluidos.
Para concluir, podríamos decir que la diferencia entre las mascarillas FFP2 y FFP3 reside fundamentalmente en la capacidad de filtrado. Las FFP3 tienen alrededor de un 98% mientras que las FFP2 son capaces de filtrar hasta un 92%.
Antes de terminar, queremos recordar que estas mascarillas son adecuadas para protegerse frente al polen y otras sustancias que puedan producirnos alergias o enfermedades.
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