Ya sea en épocas de mucho frío o de mucho calor estamos expuestos a condiciones climáticas incontrolables, algo que en nuestro trabajo podría provocarnos lo que llamamos estrés térmico por calor o por frío.
En este artículo os vamos a enseñar cómo evitar el estrés térmico por frío y os vamos a contar también las consecuencias que nos puede traer el estrés térmico por calor.
¿Qué es el estrés térmico en el trabajo?
El estrés térmico es un estado de malestar, que puede generarnos calambres musculares, que se produce en nuestro cuerpo por desajustes en la temperatura, bien sea por una subida o disminución muy bruscas de ésta.
Normalmente se produce porque los ambientes de trabajo son desfavorables, porque el ambiente no es agradable para la estancia de los trabajadores en un lugar o para que realicen sus tareas. En estos casos el cuerpo humano no tiene la capacidad de mantener su temperatura normal (unos 37ºC), ya que la temperatura del ambiente le imposibilita compensar las pérdidas o ganancias de calor.
Tipos de estrés térmicos
Estrés térmico por calor en el trabajo
Si el ambiente es caluroso y las actividades que realizamos son extremas es cuando podríamos sufrir el estrés térmico por calor y, por tanto, nuestro cuerpo subirá de temperatura. Normalmente nuestros propios mecanismos de defensa se ponen en marcha cuando la temperatura sube produciéndose una abundante sudoración, pero si las condiciones son muy extremas y los sistemas fisiológicos que regulan la temperatura son incapaces de ello, se produce lo que llamamos estrés térmico por calor y una de sus posibles consecuencias es que suframos el famoso e inquietante golpe de calor.
Estrés térmico por frío en el trabajo
El estrés térmico por frío es aquel que se produce porque nuestro trabajo requiere que estemos expuestos a ambientes fríos, lo que puede hacernos sufrir inconvenientes de diversa gravedad, desde un leve resfriado hasta fuertes hipotermias.
Podríamos distinguir dos tipos: estrés por enfriamiento general y estrés por enfriamiento local. Dentro de este último podríamos distinguir cuatro tipos:
- De extremidades
- Por conducción (por contacto con superficies frías)
- Por convección (causado por efecto del viento)
- Del aparato respiratorio
¿Cómo prevenir el estrés por frío o calor en el trabajo?
Normalmente, basta con que nos ajustemos la ropa para que consigamos controlar los cambios de temperatura que provocan el estrés térmico. Pero para anticiparnos a estas situaciones, hay que evaluar cómo de expuestos al frío van a estar los trabajadores y poner en práctica las medidas de prevención que hagan falta para no cometer prácticas que impliquen riesgos laborales.
Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, estas son algunas medidas que podrían prevenir el estrés térmico:
- Proteger las extremidades de los trabajadores, lo que evitaría el enfriamiento localizado.
- Elegir un vestuario adecuado para que se evapore el sudor, que éste no se enfríe y no enfríe a los trabajadores.
- Tomar líquidos calientes que favorezcan la recuperación de calor.
- Utilizar ropa cortaviento para reducir el efecto de la velocidad del aire.
- Pasar reconocimientos médicos previos es muy conveniente para detectar problemas de salud y evitar posibles lesiones.
- Cambiar la ropa húmeda evita que el agua se congele y se pierda energía.
¿Cómo se mide el estrés térmico?
Para tratar de evitar el estrés térmico porque las condiciones climáticas no sean las más adecuadas o porque el esfuerzo necesario para la realización del trabajo es extremo, es necesario que hagamos un seguimiento para certificar que el estrés térmico que está sufriendo el trabajador no supone un riesgo para su salud.
Evaluar el riesgo por enfriamiento general
El índice IREQ (aislamiento requerido de la vestimenta) es el que se encarga de cuantificar el aislamiento térmico que debe proporcionar la prenda en cualquier espacio para evitar una pérdida neta de calor del cuerpo, lo que supondría un enfriamiento general del trabajador. Con este índice podremos evaluar el estrés térmico por frío corporal y de ciertas partes del cuerpo, como la cara o las manos.
La norma UNE-EN ISO 11079:2009 recomienda tener en cuenta:
- Las medidas ambientales de temperatura
- La velocidad del aire
- La humedad
- La radiación
- La estimación de la carga metabólica
Igualmente, también podemos tomar como punto de control el índice experimental WCI (índice de enfriamiento por el viento), sobre todo para trabajos en zonas exteriores. Toma de referencia la fuerza y temperatura del viento y se suele acompañar de mediciones periódicas de la temperatura de la piel de las manos. Se suele utilizar en cámaras frigoríficas y lo regula el Real Decreto 1561/1995.
Estamos a vuestra completa disposición en Contacto | ITURRI para cualquier duda o consulta y para ofreceros las mejores prendas para combatir el estrés térmico.