Debemos dar la importancia que se merece el ajuste facial de las mascarillas que estamos utilizando a la hora de sentirnos protegidos, si la mascarilla no ajusta correctamente no estaremos usando el EPI apropiado y por tanto estaremos dejando de lado la protección. Factores como el vello facial tienen un impacto directo en este punto. EEUU fue el primer país durante los años 70 en introducir una prueba de ajuste obligatoria, en Europa algunos países como Inglaterra también lo realizan, pero no es el caso, todavía, de España. Recientemente la Mutua Fremap realizó un estudio sobre la Eficacia en protección de vías respiratorias en 158 empresas de diferentes ámbitos, realizando 223 pruebas de ajuste cuantitativas con 63 modelos de mascarillas autofiltrantes. El resultado fue que más del 86% de las pruebas realizadas no llegaron al nivel requerido de ajuste, por tanto, de protección.
¿Cuáles son las guías para el ajuste correcto?
- Leer y seguir las instrucciones y requisitos del fabricante.
- Inspeccionar su EPI por daños o suciedad antes y después del uso.
- Comprobar la compatibilidad con otros EPI´s.
- El usuario debe estar bien afeitado, especialmente alrededor del área de sellado de la cara cada vez que use una máscara ajustada.
Pruebas de ajuste cualitativas y cuantitativas
La eficacia de una mascarilla depende directamente que haya un buen sellado entre la cara de usuario y la mascarilla. Este sellado o ajuste solo puede evaluarse mediante una prueba de ajuste facial, donde distinguimos dos tipos: cualitativa y cuantitativa.
Cualitativa: es un método que utiliza el sentido del gusto u olfato, o su reacción a un irritante para detectar fugas en la máscara del usuario. Esta prueba no mide la cantidad real de fuga, por lo que la mascarilla pasará o no la prueba en función de si el usuario detecta la fuga de la sustancia de prueba en su máscara. Este tipo de prueba se usa normalmente en mascarillas desechables y medias máscaras.
Cuantitativa: Esta prueba utiliza un aparato para medir la cantidad real de fugas en la pieza facial y no depende del usuario para detectar las fugas. Las mascarillas utilizadas durante este tipo de pruebas tendrán una sonda conectada que indicará el valor de ajuste que tiene la mascarilla y, por tanto, si es la apropiada o no para esa persona.