¿Cómo prevenir las enfermedades del pie en verano?

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Las torceduras de tobillo, rozaduras o sudar excesivamente, son molestias que se sufren en los pies con bastante frecuencia, pero sobre todo en verano. Éstas pueden darse por el puesto de trabajo que ocupamos pero también por nuestras características físicas y por no elegir bien el calzado que utilizaremos en nuestro trabajo.

Por ello, en el siguiente post queremos hablaros sobre algunas enfermedades del pie que suelen producirse en verano y también daros una serie de pautas para que nos ayudarán a evitarlas.

Enfermedades del pie en verano

A la hora de cuidarnos, es muy común que “no nos acordemos” de que los pies también forman parte del cuerpo y que necesitan un cuidado muy especial.

Esto es porque, además de soportar el peso de todo nuestro cuerpo, éstos están expuestos constantemente a agentes que nos podrían generar problemas importantes. Nuestros pies son muy sensibles a lesiones y a enfermedades, y sobre todo en verano.

No obstante, al tratarse de una parte tan fundamental de nuestro cuerpo, es muy importante poner una atención muy especial a la hora de cuidarlos para evitar las típicas enfermedades de los pies que se producen en esta estación del año. Cuatro de ellas muy corrientes son fáciles de evitar, y os lo explicamos a continuación.

Hiperhidrosis

Se trata de un trastorno que consiste en una sudoración excesiva que puede afectar a cualquier parte del cuerpo. En los pies se da con frecuencia y suele empeorar cuando se utiliza un calzado poco transpirable durante largos periodos de tiempo.

Actualmente no existe un tratamiento que sea totalmente eficaz pero, sin embargo, prestando atención a diferentes aspectos podremos reducir al máximo sus efectos. Así, la elección del calzado es algo fundamental y es aconsejable que las personas que sufren hiperhidrosis se decanten por un calzado transpirable.

Torceduras

En verano es muy habitual cambiar las zapatillas y las botas por un calzado que proporcione más frescura, como chanclas o sandalias.

Pese a que este tipo de calzado se acepta en algunos puestos de trabajo, es posible que dé lugar a torceduras si no se lleva bien sujeto al pie o si no se elige una altura adecuada de la suela.

Rozaduras y heridas

Si hacemos referencia a las rozaduras y heridas en el pie, no habría que dejar de hacer hincapié a que suelen producirse por una elección incorrecta del calzado. Pero, esto no es lo único que produce este trastorno puesto que también influyen de manera importante matices como los calcetines o las características físicas del trabajador.

Las ampollas son muy temidas por nuestros pies en verano. Lo cierto es que son una respuesta de nuestro cuerpo ante un continuo rozamiento y, por eso, en los pies aparecen cuando los zapatos no están bien ajustados o pasamos mucho tiempo caminando o de pie.

Para que no aparezcan rozaduras, es importante no apretar demasiado los cordones de nuestro calzado y procurar que nuestros calcetines no tengan arrugas. Asimismo, el calor y el sudor son dos de las causas que favorecen la aparición de heridas y ampollas, y por ello es importante elegir un calzado que nos permita mantener los pies secos el mayor tiempo posible.

Hongos: pie de atleta

El famoso pie de atleta es una enfermedad muy habitual que causa un hongo que se desarrolla en la piel del pie y que se puede presentar también en otras zonas del cuerpo. No obstante, es ahí donde más suele darse y más concretamente, entre los dedos de los pies.

Este hongo es habitual en zonas cálidas y húmedas y por eso es en verano cuando más se suele producir. Estaremos más expuestos si:

  • El calzado que utilizamos no transpira bien
  • Mantenemos húmedos los pies durante mucho tiempo
  • Sudamos mucho
  • Tenemos infecciones o heridas en las uñas o en la piel

Aparte de que se desarrollan con más facilidad en situaciones de humedad, el pie de atleta es muy contagioso. Es transmisible por contacto directo y también por contacto indirecto con superficies, zapatos o calcetines. Ese es el motivo por el que debemos extremar las precauciones cuando compartimos calzado y por el que es muy recomendable utilizar siempre chanclas en duchas públicas, en gimnasios, etc.

Prevenir las enfermedades del pie

Como en otro tipo de accidentes laborales y enfermedades profesionales, lo primero que hay que hacer para poder prevenirlas es saber el modo en que se relacionan con nuestro puesto de trabajo y la forma en que nos pueden afectar. Una vez que tenemos esta información, los expertos en Prevención de Riesgos Laborales serán quienes nos aconsejen las opciones que mejor se adapten a nosotros para que los podamos evitar.

Respecto a las enfermedades de la planta del pie en verano, hay aspectos importantes que se deben tener en cuenta como el calzado que llevaremos puesto o los cuidados que recibirán nuestros pies.

Utiliza calzado adecuado

Algunas de las principales recomendaciones, como se ha comentado anteriormente, tienen que ver con la elección de un calzado adecuado.

Por ello, si en invierno acostumbramos a utilizar zapatos y botas aislantes con suelas especialmente indicadas para el frío, en verano será más adecuado que nos pongamos calzado transpirable ya que permitirá aislar nuestros pies del calor y que el sudor se evacue correctamente.

Pero no debemos olvidarnos de la ergonomía ni de la protección que requieren nuestros pies durante el trabajo. Así, el calzado deportivo sería una buena alternativa en este tipo de casos.

Elige los calcetines correctos

Para garantizar la máxima comodidad durante toda la jornada, además de elegir bien el calzado, es importante una correcta elección de los calcetines, que deben ser resistentes, ajustarse bien al pie, tener un buen acolchado, etc. De esta forma podremos evitar problemas como las rozaduras.

Aspectos a tener en cuenta al elegir un calcetín

Los calcetines de trabajo que llevemos puestos deben gestionar la humedad de una forma adecuada. Por este motivo los calcetines con materiales sintéticos son una opción estupenda debido a su rápido secado.

Alguna de las funciones que debemos reclamar a unos calcetines son una buena regulación del calor, que gestionen la humedad correctamente y que garanticen que tengamos los pies cómodos.

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Apuesta por las sandalias

Las sandalias de seguridad han supuesto una auténtica revolución en el calzado de trabajo.

Lo que no hace mucho tiempo era impensable hoy en día se ha convertido en algo imprescindible para muchos trabajadores. Y es que el uso de sandalias de seguridad permite mantener a raya el calor sin dejar de lado la seguridad.

Tejidos técnicos como el BREATEX permiten mantener el pie fresco y cómodo gracias a su alta transpirabilidad. Es una manera de luchar contra las enfermedades del pie que suelen producirse en verano.

Su uso evita la hiperhidrosis y la aparición de hongos. Además, es habitual que las sandalias de seguridad incluyan plantillas perfumadas para evitar que aparezcan malos olores.

Con el objetivo de evitar estas patologías que se pueden presentar en condiciones calurosas es importante que mantengamos una correcta higiene personal diaria, un secado cuidadoso, que nos cortemos nuestras uñas de forma recta (sin curvas) y que mantengamos una buena hidratación en nuestros pies.

Esperamos que haya quedado clara la importancia de mantener una buena higiene en los pies para prevenir enfermedades y las formas en que éstas pueden evitarse. No olvidéis poneros en contacto con nosotros en Contacto | ITURRI si tenéis alguna duda, si necesitáis más información o si os interesa algún producto del catálogo de shop.iturri.com.

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