En el ámbito de la agricultura y jardinería, el uso de productos fitosanitarios es muy común para proteger los cultivos o las plantas de plagas y enfermedades.
Sin embargo, el uso de estos productos representa riesgos importantes para la salud de quienes los usan.
En este sentido, es fundamental el uso de EPIS (Equipos de Protección Individual) fitosanitarios para garantizar la seguridad laboral de los trabajadores en cuyos sectores el uso de este tipo de productos es frecuente.
¿Qué son los productos fitosanitarios?
Hoy en día, los productos fitosanitarios son básicos en la agricultura y jardinería. Pero, ¿qué son exactamente y por qué son tan importantes?
Más conocidos como plaguicidas o pesticidas, los productos fitosanitarios son sustancias químicas utilizadas para prevenir, destruir o controlar plagas, enfermedades y malas hierbas que afectan a los cultivos y las plantas: herbicidas, insecticidas, fungicidas, acaricidas y reguladores del crecimiento de las plantas.
En el sector agrícola, estos productos son fundamentales para mantener la calidad y el rendimiento de los cultivos, asegurando una producción agrícola eficiente y sostenible. Y en jardinería, se utilizan para proteger plantas ornamentales y áreas verdes, contribuyendo a la estética y la salud del paisaje.
Pero, a pesar de sus beneficios para cultivos y plantas, es necesario tener en cuenta los riesgos a los que se exponen los trabajadores al utilizarlos, por lo que los productos fitosanitarios están estrictamente regulados para garantizar su seguridad y efectividad.
De hecho, en España, su uso está controlado por la normativa europea y nacional, que establece requisitos para su autorización, uso y eliminación.
Tipos de tratamientos fitosanitarios
Los tratamientos fitosanitarios abarcan una amplia gama de aplicaciones y métodos. Y, por supuesto, es esencial conocer los diferentes tipos para poder elegir el más adecuado según las necesidades específicas de cada cultivo o planta:
- Tratamientos preventivos: Se aplican antes de que aparezcan las plagas o enfermedades, con el fin de prevenir su desarrollo.
- Tratamientos curativos: Se utilizan para eliminar las plagas o enfermedades cuando ya están presentes. Estos tratamientos son más intensivos y requieren productos específicos para erradicar el problema, como los insecticidas para plagas específicas y los fungicidas para enfermedades visibles.
- Tratamientos sistémicos: Los productos fitosanitarios sistémicos son absorbidos por las plantas y distribuidos internamente, proporcionando una protección prolongada y efectiva. Son útiles para plagas que afectan a las raíces o partes internas de la planta.
- Tratamientos de contacto: Actúan directamente sobre la plaga o enfermedad cuando entran en contacto con el producto. Son eficaces para un control inmediato, pero pueden requerir aplicaciones repetidas.
- Tratamientos biológicos: Utilizan organismos vivos o sus derivados para controlar plagas y enfermedades, como bacterias, hongos, insectos depredadores o parasitoides. Un punto muy a su favor es que son sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Como has podido comprobar, tipo de tratamiento fitosanitario tiene sus propias ventajas y aplicaciones específicas, así que la elección del tratamiento adecuado depende de la situación particular y del tipo de plaga o enfermedad a tratar.
Riesgos del uso de productos fitosanitarios
El uso de productos fitosanitarios conlleva una serie de riesgos (no solo para la salud) que deben ser gestionados adecuadamente para proteger la salud de los trabajadores y el medio ambiente.
Vamos a ver en profundidad algunos de ellos:
TOXICIDAD: Los productos fitosanitarios pueden ser tóxicos para los seres humanos y causan afecciones agudas como irritaciones cutáneas, problemas respiratorios o intoxicaciones graves. La exposición prolongada a ciertos productos puede derivar, además, en efectos crónicos como enfermedades respiratorias, trastornos neurológicos y, en algunos casos, cáncer.
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL: La aplicación incorrecta o el manejo inadecuado de los productos fitosanitarios representan un alto riesgo de contaminación para el suelo, el agua y el aire, lo que también afecta a la fauna y flora local. Y la acumulación de residuos químicos en el medio ambiente puede tener consecuencias a largo plazo tanto para los ecosistemas, como para la salud humana.
RESISTENCIA DE PLAGAS: El uso indiscriminado de productos fitosanitarios puede llevar al desarrollo de resistencia en las plagas, haciendo que los tratamientos sean menos efectivos y requieran el uso de productos más fuertes y, por ende, potencialmente más dañinos.
Como ves, los riesgos asociados con el uso de productos fitosanitarios son significativos. Y en lo referente a la salud, los trabajadores que manipulan y aplican productos fitosanitarios están en riesgo de exposición directa. Así que, sin una protección adecuada, pueden sufrir desde irritaciones menores hasta graves problemas de salud.
EPIS fitosanitarios esenciales para el uso de productos fitosanitarios
Para garantizar la seguridad de los trabajadores que manejan productos fitosanitarios, es necesario proporcionarles EPIS específicos.
Estos equipos de protección individual son esenciales para crear una barrera contra la exposición a sustancias químicas peligrosas:
1. Traje químico:
Un traje químico proporciona una barrera integral contra salpicaduras y contacto directo con productos fitosanitarios.
Se fabrican con materiales resistentes a los químicos e impermeables y suelen tener un diseño ergonómico para permitir la movilidad de los trabajadores y no entorpecer sus tareas a la par que ofrece una protección total del cuerpo.
En caso de que sea necesario evitar la contaminación cruzada y facilitar la limpieza, lo más recomendable es el uso de trajes desechables.
2. Mascarillas:
Las mascarillas protegen las vías respiratorias de la inhalación de las partículas y los vapores nocivos que pueden desprender los productos fitosanitarios. Por eso, es importantísimo seleccionar una mascarilla adecuada al tipo de producto fitosanitario utilizado.
Por supuesto, existen mascarillas desechables y reutilizables, cada una con filtros específicos para distintos tipos de contaminantes.
Y recuerda, a la hora de adquirirlas, asegúrate de que cuenten con ajuste ergonómico y comodidad para uso prolongado.
3. Guantes:
Los guantes protegen las manos del contacto directo con productos químicos. Así que, deben ser resistentes a la permeación de los productos fitosanitarios y cómodos para el trabajo manual.
Lo más recomendable es usar guantes de nitrilo o butilo para una mayor resistencia a los químicos.
4. Gafas y pantallas faciales:
Las gafas y pantallas faciales protegen los ojos y la cara de salpicaduras y aerosoles de productos fitosanitarios, por lo que son esenciales para evitar irritaciones y daños oculares.
Es importante tener en cuenta que, además de proporcionar una protección completa, deben ser compatibles con otros EPIS y aportar comodidad en el desarrollo de las tareas.
5. Botas:
Las botas protegen los pies y las piernas de la exposición a productos químicos, por lo que deben ser impermeables y resistentes a químicos.
Eso sí, en ambientes agrícolas, lo ideal son botas con puntera de acero y suela antideslizante para una protección adicional.
El uso de todos estos EPIS es prioritario para garantizar de forma efectiva la seguridad de los trabajadores que manejan productos fitosanitarios, minimizando los riesgos asociados a su uso y protegiendo su salud. Así que, si necesitas más información sobre ellos o resolver cualquier duda, puedes ponerte en contacto con nosotros sin compromiso alguno y te ayudaremos encantados.