A la hora de trabajar en entornos que presentan riesgos, hay algo que no puede faltar: los EPI (Equipos de Protección Individual).
Estos equipos son la barrera entre los riesgos y la seguridad de los trabajadores. No están ahí solo para cumplir con la normativa… su objetivo es prevenir accidentes y enfermedades
Por eso, en esta guía de EPI, te vamos a explicar todo lo que necesitas saber sobre ellos: qué son, cómo elegir los adecuados y cómo asegurarte de que cumplen con las normativas.
Porque, como sabes, garantizar la seguridad laboral no es negociable.
¿Qué es un EPI y por qué es clave para la seguridad laboral?
Seguro que ya estás familiarizado con el término EPI, pero ¿sabes exactamente qué implica?
Un EPI es cualquier equipo o dispositivo diseñado para proteger al trabajador de los riesgos en su entorno de trabajo. Su principal propósito es reducir al máximo la exposición a peligros que puedan afectar la salud o la integridad física del trabajador.
El riesgo laboral puede adoptar muchas formas: desde una caída en una obra hasta la exposición a productos químicos peligrosos en un laboratorio.
Y es ahí donde los EPI se vuelven imprescindibles. Porque, como te decíamos, no se trata solo de cumplir con las normativas, sino de proteger a los empleados y ofrecerles las herramientas necesarias para desarrollar su trabajo de forma segura.
Por supuesto, es importante también formar correctamente a los trabajadores en el uso de estos equipos.
Un EPI que no se usa correctamente, por muy bueno que sea, no va a ofrecer la protección adecuada.
Además, realizar una evaluación de riesgos en cada puesto de trabajo es esencial para elegir el equipo más adecuado.
En definitiva, los EPI son esenciales para que los trabajadores puedan desempeñar su labor con seguridad y confianza, minimizando los riesgos y asegurando un entorno de trabajo más saludable.
Clasificación de los tipos de EPI según el riesgo
No todos los EPI son iguales. Dependiendo del riesgo laboral al que se enfrenta cada trabajador, se utilizan diferentes tipos de protección.
Aquí te explicamos los principales tipos de EPI y para qué tipo de riesgo son más adecuados:
En trabajos con ambientales tóxicos o partículas en el aire, como en industrias químicas o de construcción, se utilizan mascarillas, semimáscaras y equipos autónomos de respiración para proteger las vías respiratorias.
Los ojos y la cara son áreas muy expuestas en muchos trabajos. Las gafas de seguridad, pantallas faciales y visores protegen contra proyecciones, químicos o radiación en trabajos de soldadura, laboratorio o minería.
El ruido excesivo es un riesgo común en muchos sectores. Las orejeras y tapones de oído ayudan a proteger la audición en entornos con niveles elevados de ruido.
En trabajos de construcción, industria pesada o emergencias, los cascos y gorras protegen la cabeza de impactos, caídas de objetos y otros riesgos.
Los guantes de seguridad son fundamentales para protección contra cortes, quemaduras, productos químicos, riesgos eléctricos y muchos más. Dependiendo del tipo de tarea, existen guantes de materiales especiales como látex, nitrilo, cuero o dieléctricos.
El calzado de seguridad es vital para evitar daños en los pies debido a caídas de objetos, contacto con sustancias peligrosas o riesgos eléctricos. Las botas y zapatos de seguridad son imprescindibles en la mayoría de los sectores.
Los trajes de protección química, ropa ignífuga, chalecos de alta visibilidad y trajes de protección contra riesgos biológicos ofrecen una protección integral según el tipo de trabajo y los riesgos presentes.
Para trabajos en altura, los arneses, líneas de vida y retráctiles son esenciales para prevenir accidentes graves.
Recuerda que la correcta selección del EPI depende de la evaluación del tipo de riesgo y el entorno de trabajo. Cada tipo de protección tiene una función específica, diseñada para maximizar la seguridad en cada situación.
¿Cómo elegir el EPI adecuado según el entorno de trabajo?
Ahora que conoces los diferentes tipos de EPI, es hora de hablar sobre cómo elegir el adecuado.
No todos los trabajos son iguales, por lo que elegir el EPI correcto depende de varios factores clave:
Lo primero es entender a qué tipo de riesgo está expuesto el trabajador: ¿químico? ¿eléctrico? ¿mecánico? ¿térmico? Esto determinará qué tipo de EPI es necesario para ofrecer la máxima protección.
- Condiciones de trabajo
¿El trabajo se realiza en exteriores? ¿Hay exposición a temperaturas extremas, caídas de objetos o sustancias tóxicas? Las condiciones laborales son un factor determinante a la hora de seleccionar el EPI adecuado.
- Comodidad y ergonomía
Además de ser seguro, el EPI debe ser cómodo y ergonómico. Un ajuste adecuado y una transpirabilidad óptima son lo que dicta si el trabajador estará dispuesto a usar un equipo durante todo el turno o si lo verá solo como una molestia.
- Normas de seguridad
Es importante asegurarse de que el EPI cumple con las normativas necesarias. Busca aquellos que cuenten con el marcado CE y que estén certificados bajo las normas EN correspondientes, como EN 388 para guantes o EN 397 para cascos.
Elegir el EPI adecuado es fundamental para garantizar la seguridad laboral. Así que, recuerda que siempre debes considerar los riesgos, las condiciones del trabajo y la comodidad para asegurar que los trabajadores estén protegidos y cómodos.
Normativas y certificaciones que deben cumplir los EPIs
El cumplimiento con las normativas y certificaciones es primordial para certificar que el EPI cumple con su función protectora.
Aquí te contamos las más relevantes:
Normas EN más relevantes
Cada tipo de EPI está regulado por una serie de normas EN, como EN 388 para guantes de protección mecánica o EN 397 para cascos de seguridad. Estas normas aseguran que el equipo ha pasado las pruebas necesarias para ofrecer protección adecuada.
Marcado CE
El marcado CE garantiza que el EPI cumple con la legislación europea y ha sido probado bajo las normativas vigentes. Esto es esencial para garantizar la seguridad y la fiabilidad de los equipos.
Y, por supuesto, debes tener clara la diferencia entre EPI de categoría I, II y III:
- Categoría I: Riesgos de baja gravedad (por ejemplo, guantes de uso general).
- Categoría II: Riesgos intermedios (como ropa de trabajo estándar).
- Categoría III: Riesgos graves, como los productos para trabajos eléctricos o químicos.
Las normativas y certificaciones son la garantía de que los EPI ofrecen la protección necesaria en cada entorno laboral. Es fundamental elegir aquellos que cumplan con los estándares de calidad.
Mantenimiento, revisión y sustitución de los EPIs

El trabajo no termina una vez que has comprado el EPI adecuado. Es necesario realizar un mantenimiento regular para asegurarte de que el equipo sigue funcionando correctamente y protegiendo al trabajador:
- Inspecciones periódicas
Revisa el EPI de manera regular para detectar desgastes, daños o fallos. Esto es especialmente importante en EPI como guantes, calzado y ropa de protección química.
- Limpieza adecuada
Cada tipo de EPI requiere cuidados específicos. Algunos pueden lavarse a máquina, mientras que otros deben limpiarse a mano o en seco para mantener su efectividad.
- Reemplazo y vida útil
Aun cuando el EPI no esté dañado, tiene una vida útil limitada. Sigue siempre las recomendaciones del fabricante sobre cuándo es el momento de reemplazarlo, especialmente en filtros, máscaras o guantes de alta resistencia.
No lo olvides, el mantenimiento adecuado de los EPI es esencial para asegurar que el equipo siga protegiendo a los trabajadores a lo largo de su uso.
En ITURRI, llevamos más de 75 años comprometidos con la seguridad laboral en todos los sectores. Sabemos lo fundamental que es proteger a tu equipo, y por eso ofrecemos solo los mejores EPI adaptados a cada tipo de riesgo.
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