Riesgos derivados de la elaboración y manipulación de alimentos congelados: recursos como la chaqueta laboral de frío extremo

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El uso de una chaqueta laboral y de guantes para el contacto con frío extremo, asi como calzado de seguridad antideslizante, es imprescindible durante la manipulación de alimentos congelados. También hay que llevar un pantalón laboral adecuado o un buzo de frío extremo. La seguridad es esencial, por eso vamos a analizar los principales riesgos a los que nos exponemos al hacerlo.

Exposición a bajas temperaturas

Cuando el cuerpo o sus partes quedan al descubierto se puede sufrir hipotermia o congelaciones. Tanto es así que existe un sistema de valoración del riesgo de cada trabajo en ambientes fríos. El empleo de una chaqueta laboral de frío extremo, de un buzo de frío extremo o de un pantalon laboral para trabajar en frio extremo es determinante. Durante la manipulación de alimentos congelados, cualquier protección es poca.

Si el cuerpo, que siempre cede calor al ambiente, lo hace en exceso a causa de un frío intenso, su temperatura desciende. Entonces, se produce el llamado riesgo de estrés por frío, momento en el que el organismo reacciona con:

  • Tiriteras.
  • Vasoconstricciones.

Al perder más calor del que genera, el organismo sufre hipotermia y la temperatura corporal baja de 35 grados. Sus síntomas son variados y progresivos:

  • Pérdida de habilidades para pensar y moverse.
  • Riesgo de congelación.
  • Confusión.
  • Somnolencia.
  • Debilidad.
  • Pérdida de coordinación.
  • Palidez y frialdad en la piel.
  • Descenso del ritmo respiratorio y cardíaco.
  • Temblor desaforado.
  • Muerte potencial.

Medidas preventivas para trabajar frente a las bajas temperaturas

Es posible adoptar medidas preventivas, por ejemplo equiparse con una chaqueta laboral de frío extremo y un pantalón laboral para trabajar en frío extremo. También conviene llevar un cálido calzado de seguridad antideslizante y un buzo de frío extremo durante la manipulación de alimentos congelados.

Además, procede alejar los puestos de trabajo de las superficies muy frías y modificar los difusores de aire. También hay que controlar la sudoración y contar con ropa de repuesto en todo momento. Las herramientas manuales, así mismo, deben guardarse en sitios cálidos y conviene alternar la presencia en puestos fríos con otros menos fríos o cálidos.

Por supuesto, hay que cumplir la normativa de horarios, educar en la seguridad a los empleados y proporcionar fuentes de calor local, entre otros recursos.

Exposición al ruido

Un buzo de frío extremo o un calzado de seguridad antideslizante no son suficientes para aislarse del ruido, cuya presencia genera desde molestias hasta enfermedades profesionales. Entre los principales problemas derivados de un exceso de ruido laboral, destacamos:

  • Hipoacusia o pérdida de audición.
  • Disminución de los valores de frecuencia percibidos.
  • Reducción de la coordinación y la concentración.
  • Mayor riesgo de accidentes.
  • Trastornos cardíacos, nerviosos y estomacales.
  • Alteraciones reproductoras y en la menstruación.
  • Nerviosismo, insomnio y fatiga.
  • Menor productividad.
  • Aumento del absentismo.

Medidas preventivas para trabajadores expuestos a vibraciones y ruidos

Si queremos reducir las consecuencias de los ruidos y las vibraciones laborales, debemos adoptar medidas de protección, concienciación y medición continuadas. También facilitar equipos de protección individual específicos, además de los pertinentes para trabajar en entornos de frío extremo.

Por supuesto, conviene realizar chequeos médicos periódicos a los profesionales, así como acondicionar los espacios y señalizar correctamente los riesgos.

Exposición a productos químicos

El contacto laboral con sustancias químicas se puede dar por vía respiratoria, por contacto directo con las manos o por ingestión. Según el RD 374/2001, los empresarios deben asegurar la protección de sus empleados al respecto.

Para ello, precisan:

  • Analizar la presencia de sustancias o mezclas de riesgo.
  • Evaluar los peligros existentes.
  • Si se detectan riesgos, modificar las condiciones de trabajo.
  • Medir las concentraciones de agentes en la zona de respiración del empleado.

Medidas preventivas para trabajadores expuestos a productos químicos

Se establecen prioridades para el empresario, que debe eliminar o reducir, en este orden:

  • El peligro en el origen. Para ello, tendrá que reemplazar el producto de riesgo por otro más seguro. Además, considerará la posibilidad de modificar el proceso y de aislarlo o confinarlo con algún tipo de barrera o separación. La aplicación de agua es apropiada en la mayoría de contactos con agentes químicos, aunque no siempre, mientras que la extracción localizada es otra posibilidad.
  • El riesgo, incidiendo en el medio de propagación. Exige instalar un sistema de ventilación general adecuado, así como impulsar el orden, la correcta organización y la limpieza. Por supuesto, también supone actuar sobre el propio profesional. En este caso, proporcionándole EPI optimizados. Junto con el pantalón laboral para trabajar en frío extremo, llevará equipos de protección respiratoria, guantes o manguitos de protección química y pantallas o gafas antisalpicaduras.

En todos los casos y las situaciones, la información y cualificación de los trabajadores resultan imprescindibles. De poco sirve contar con calzado de seguridad antideslizante si, después, no lo utilizan o se arriesgan inconscientemente.

A la hora de disponer de la correcta chaqueta laboral de frío extremo o del pantalón laboral para trabajar en frío extremo idóneo, la calidad es clave. En nuestra sección de material para alimentación es posible encontrar con garantías todo lo necesario para la manipulación de alimentos congelados.​

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