La importancia del mantenimiento de los equipos de protección individual 

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La seguridad laboral no depende solo de contar con los equipos adecuados, sino de su mantenimiento y estado óptimo. Un equipo de protección individual (EPI) debe  revisarse siempre porque puede  presentar signos de desgaste que afecten a la protección y, bajo ningún concepto, debe utilizarse un EPI que ya haya sufrido un daño como consecuencia de un riesgo.  

Los EPI están diseñados para reducir el impacto de los riesgos en el entorno de trabajo, pero si no se inspeccionan regularmente, pueden fallar en el momento en que más se necesiten. 

De ahí la importancia de llevar a cabo un mantenimiento riguroso y un control periódico de su estado.

Y eso, en este artículo, vamos a analizar por qué el mantenimiento de los EPIs es clave, qué prácticas garantizan su eficacia y cómo identificar cuándo es momento de sustituirlos.

¿Por qué es fundamental el mantenimiento de los equipos de protección individual?

Un EPI es la última barrera de defensa entre un trabajador y un posible accidente. Cascos, guantes, gafas, arneses, mascarillas… Todos estos equipos están sometidos a un uso continuo y, con el tiempo, pueden perder sus propiedades protectoras.

Cuando un trabajador se coloca un equipo de protección individual, se da por hecho que le protegerá en caso de un posible riesgo. Sin embargo, si el material está deteriorado, no se ha almacenado según instrucciones del fabricante o no ha recibido el mantenimiento adecuado, puede no cumplir su función, dejando desprotegida a la persona.

Además, mantener los EPI en buen estado no solo es una cuestión de seguridad. Las normativas de prevención de riesgos laborales exigen que los equipos sean revisados y sustituidos cuando sea necesario.

Y no hacerlo puede suponer sanciones para la empresa y, lo que es peor, comprometer la seguridad de los trabajadores.

Un buen mantenimiento de los EPI solo trae consigo beneficios:

  • Asegura que los equipos cumplen su función protectora.
  • Evita accidentes derivados de fallos en el equipo.
  • Reduce costes a largo plazo, al prevenir reemplazos prematuros.
  • Cumple con la normativa de seguridad en el trabajo.

Como ves, mantener los equipos de protección individual en perfectas condiciones no es opcional, es una necesidad. Se trata de una de las claves para garantizar la protección en el entorno laboral.

Revisarlos y cuidarlos correctamente garantiza que los trabajadores estén protegidos y que la empresa cumpla con sus obligaciones en materia de seguridad laboral.

La falsa seguridad: Los peligros de usar equipos de protección individual deteriorados o caducados

Uno de los mayores riesgos en cualquier entorno de trabajo es la falsa sensación de seguridad. 

Un casco puede estar aparentemente en buen estado. Pero, si ha sufrido un impacto fuerte, su estructura interna puede haberse debilitado. 

Lo mismo ocurre con arneses desgastados, mascarillas con filtros vencidos o guantes con fisuras invisibles a simple vista.

Y, ¿qué ocurre cuando un EPI no está en condiciones óptimas?

  • Pérdida de eficacia: Por ejemplo, un guante anticorte con material desgastado no protegerá contra cortes.
  • Mayor exposición a riesgos: Un arnés deteriorado puede romperse en el momento de una caída.
  • Riesgo de intoxicación o enfermedades: Un respirador con un filtro caducado no protegerá contra agentes contaminantes.

El gran problema de todo esto es que muchos trabajadores confían plenamente en sus equipos de protección individual, sin ser conscientes de que un EPI deteriorado o caducado puede fallar.

El verdadero riesgo aquí es que el trabajador cree que está protegido, cuando en realidad está expuesto a un peligro invisible. Porque esta confianza mal depositada puede llevar a asumir más riesgos en el trabajo, pensando que el EPI lo mantendrá a salvo cuando, en realidad, ha perdido su capacidad de protección.

Así que, no basta con tener equipos de protección individual, es fundamental que estén en condiciones óptimas. Confiar en un EPI que no ha sido revisado es asumir un riesgo innecesario que puede derivar en accidentes evitables.

Buenas prácticas para el mantenimiento de los equipos de protección individual

Como venimos insistiendo a lo largo de este artículo, para garantizar la seguridad, es necesario aplicar un mantenimiento adecuado a cada tipo de EPI. 

Por aquí detallamos algunas prácticas clave para prolongar su vida útil y mantener su eficacia:

1. Inspección antes y después de cada uso

Los trabajadores deben revisar su equipo antes de ponérselo y después de cada jornada. Algunos aspectos a evaluar:

  • Grietas o deformaciones en cascos y gafas.
  • Roturas, desgarros o costuras sueltas en guantes y ropa de protección.
  • Desgaste en arneses y líneas de vida.

2. Limpieza y almacenamiento adecuado

El sudor, la suciedad y los productos químicos pueden deteriorar un EPI más rápido. Para evitarlo:

  • Hay que limpiar los equipos según las recomendaciones del fabricante.
  • Es imprescindible guardar los equipos de protección individual en lugares secos y protegidos del sol y productos corrosivos.

3. Revisión periódica por personal cualificado

Algunos equipos, como los arneses, requieren inspecciones más exhaustivas realizadas por profesionales.

4. Sustitución según la vida útil del equipo

Cada EPI tiene un período de uso determinado. No esperes a que se rompa para cambiarlo.

Y recuerda, un mantenimiento adecuado no solo garantiza la seguridad. También evita gastos innecesarios por reemplazos prematuros.

Señales de desgaste en los equipos de protección individual y cuándo reemplazarlos

El desgaste en los equipos de protección individual puede ser gradual y, en muchos casos, pasar desapercibido hasta que el equipo falla en el momento en que más se necesita. 

Saber reconocer los signos de deterioro es básico para evitar accidentes que podrían haberse prevenido con un simple reemplazo a tiempo.

El error más común es esperar a que el EPI presente un daño evidente para sustituirlo. Sin embargo, muchas veces la degradación de los materiales no se percibe a simple vista. 

Por ejemplo, un arnés puede parecer en buen estado, pero si sus fibras han perdido resistencia debido a la exposición solar o a sustancias químicas, puede romperse en una situación de emergencia. Lo mismo ocurre con los cascos, que pueden verse intactos externamente, pero su estructura interna puede haberse debilitado tras un impacto.

Por eso, a continuación, analizamos las principales señales de desgaste en los EPI más utilizados y cuándo es imprescindible su sustitución.

  1. Cascos de seguridad

Los cascos protegen la cabeza de impactos y caídas de objetos, pero su capacidad de absorción de golpes puede reducirse con el tiempo.

Señales de desgaste:

  • Grietas, hendiduras o golpes visibles en la carcasa.
  • Exposición prolongada a la luz solar, que puede debilitar el material.
  • Bandas interiores deformadas o desgastadas.

Cuándo reemplazarlo:

  • Si ha recibido un impacto fuerte, aunque no tenga daños visibles.
  • Cada 5 años, según la mayoría de fabricantes, incluso si parece estar en buen estado.
  1. Arneses y líneas de vida

Estos equipos están diseñados para evitar caídas, pero el desgaste en sus componentes puede comprometer su resistencia.

Señales de desgaste:

  • Deshilachado o desgaste en las cintas de sujeción.
  • Costuras abiertas o dañadas.
  • Pérdida de elasticidad en las correas o deformaciones en los ganchos metálicos.

Cuándo reemplazarlos:

  • Si presentan cualquier signo de daño estructural.
  • Tras una caída, aunque parezca intacto.
  • Según las inspecciones anuales obligatorias establecidas en la normativa EN 365.
  1. Guantes de seguridad

Dependiendo del tipo de protección que ofrezcan (anticorte, térmicos, dieléctricos, etc.), los guantes pueden perder su eficacia sin que el trabajador lo note de inmediato.

Señales de desgaste:

  • Pérdida de flexibilidad o endurecimiento del material.
  • Agujeros, cortes o fisuras en las palmas o dedos.
  • Menor agarre o resistencia a sustancias químicas.

Cuándo reemplazarlos:

  • Al primer signo de daño visible.
  • Cuando pierdan adherencia o resistencia.
  • Si han estado en contacto con productos químicos agresivos.
  1. Mascarillas y filtros de protección respiratoria

La protección respiratoria es esencial en trabajos con polvo, vapores tóxicos o agentes biológicos. Sin embargo, el material filtrante pierde efectividad con el uso.

Señales de desgaste:

  • Dificultad para respirar a través de la mascarilla.
  • Filtración de olores o partículas.
  • Bandas elásticas desgastadas o rotas.

Cuándo reemplazarlas:

  • Mascarillas desechables: después de cada jornada laboral.
  • Otras mascarillas y filtros de respiradores: según las indicaciones del fabricante o si se nota dificultad para respirar.
  1. Calzado de seguridad

Cualquier tipo de calzado de seguridad con la suela desgastada o puntera dañada pueden aumentar el riesgo de caídas y lesiones.

Señales de desgaste:

  • Suela desgastada con pérdida de adherencia.
  • Puntera de seguridad abollada o deformada.
  • Pérdida de impermeabilidad o deterioro en el material exterior.

Cuándo reemplazarlo:

  • Si la suela ha perdido tracción y aumenta el riesgo de resbalones.
  • Si la puntera ya no ofrece la misma protección contra impactos.
  • Cuando el calzado deje de ser cómodo debido a la pérdida de amortiguación.

Esperar a que los equipos de protección individual muestren daños evidentes para reemplazarlos es un error que puede salir muy caro. 

La seguridad de los trabajadores depende de equipos en óptimas condiciones, por lo que es imprescindible realizar inspecciones periódicas y actuar al primer signo de desgaste. Un EPI en mal estado no protege, genera un riesgo añadido.

Normativas y recomendaciones sobre la vida útil de los equipos de protección individual

equipos de proteccion individual

El mantenimiento y la sustitución de los equipos de protección individual no dependen solo del sentido común. Están regulados por normativas de seguridad laboral que establecen plazos y criterios de inspección específicos. 

Cumplir con estas regulaciones es la mejor forma de garantizar que los EPI cumplen su función y evitar, además, sanciones legales.

En la Unión Europea, la normativa EN 365 establece los requisitos de mantenimiento, inspección y almacenamiento de los equipos de protección individual. Esta norma indica que:

  • Todos los EPIs deben ser inspeccionados al menos una vez al año por personal cualificado.
  • Los equipos con fecha de caducidad deben sustituirse antes de su vencimiento, independientemente de su estado aparente.
  • Cada fabricante debe indicar las condiciones de mantenimiento y sustitución de sus productos en función del uso previsto.

También existen normativas específicas para distintos tipos de EPI. Vamos a ver las relativas a los equipos de uso más común:

  • Cascos de seguridad: Norma EN 397 (Requisitos mínimos de resistencia y absorción de impactos).
  • Arneses y líneas de vida: Norma EN 361 (Regulación sobre arneses anticaídas).
  • Guantes de seguridad: Norma EN 388 (Protección contra riesgos mecánicos) y Norma EN 374 (Protección contra productos químicos y microorganismos).
  • Mascarillas y filtros de protección respiratoria: Norma EN 149 (Mascarillas autofiltrantes desechables) y Norma EN 143 (Filtros reutilizables para partículas).
  • Calzado de seguridad: Norma EN ISO 20345 (Requisitos para calzado con puntera de seguridad).

Las normativas sobre equipos de protección individual no son meros requisitos burocráticos. Son herramientas indispensables para garantizar la seguridad en el trabajo. 

Cumplir con ellas protege la vida de los trabajadores y evita riesgos innecesarios. Porque, insistimos, inspeccionar los EPI con regularidad y sustituirlos según las recomendaciones del fabricante es la única forma de asegurarse de que cumplen su función en el momento en que más se necesitan.

Como has podido comprobar, el mantenimiento de los equipos de protección individual es un aspecto clave en la seguridad laboral. No basta con contar con EPI de calidad, es necesario inspeccionarlos, limpiarlos y sustituirlos cuando corresponda.

En ITURRI, conscientes de la importancia de todo esto, ofrecemos equipos certificados y asesoramiento experto para garantizar que tu equipo de trabajo esté siempre protegido.

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