La importancia del vestuario laboral:
Maximizar la productividad cuando toda la sociedad está pasando por momentos difíciles y de inseguridad no es fácil.
En primer lugar y, sin duda alguna, la protección y la salud de los trabajadores está siendo, más que nunca, un aspecto crucial para nuestros clientes.
En ITURRI ya llevamos años dedicando todos nuestros esfuerzos en ello y nuestra misión lo dice claro: proteger a las personas y su entorno con soluciones innovadoras, eficientes y sostenibles.
Sin embargo, la salud del trabajador es un concepto muy amplio y hay una tendencia clara de muchas compañías en mejorar también el bienestar o confort del empleado, para promover la motivación e incrementar la productividad.
La percepción de confort o falta de malestar es algo muy personal y la vez una combinación de cuatro factores:
- Confort Termo-Fisiológico
- Confort Ergonómico
- Confort Sensorial
- Confort Psicológico
Confort Termo-Fisiológico
Hay numerosos estudios de cómo afecta la temperatura ambiente a la productividad de un trabajador y de hecho se dice que la temperatura de confort se sitúa entre los 18°C y los 21°C para una persona en reposo y entre los 16°C y los 18°C para una persona activa, pero varía en función de la labor que se esté realizando.
¿Cómo podemos ofrecer, a través del vestuario laboral, confort térmico cuando nos enfrentamos a entornos de trabajo muy diversos? Temperatura ambiente, horarios, duración de los turnos, país, estacionalidad, exposición al sol, etc.
El principio básico de un vestuario laboral adecuado es que no sólo facilite el propio mecanismo de termorregulación del cuerpo humano, sino que además ayude a retener o liberar calor corporal según aplique.
Estas son las principales propiedades que evaluaremos en un tejido para determinar el grado de confort térmico que proporcionará en un ambiente y actividad específico:
- TRANSPIRABILIDAD, que es la propiedad de permitir el paso del vapor de agua (sudor en fase vapor) a través de un tejido o Ret (Resistencia Evaporativa). La Norma de ensayo es EN ISO 11092. En este caso, la estructura del tejido o espacio entre las fibras y el propio volumen y peso de las fibras serán determinantes para una mayor o menor transpirabilidad. Cuanto más queramos que el tejido ayude a liberar calor corporal (actividad física elevada o ambientes calurosos), más transpirable necesitaremos que sea el tejido y menor Ret buscaremos.
Sin embargo, el Ret no nos dará suficiente información de la propiedad de gestión del sudor de un tejido. Necesitamos evaluar también como se comportará el tejido cuando el sudor pase a estado líquido.
- MOISTURE-MANAGEMENT o Capacidad de transporte de humedad del tejido (OMMC), es calculado mediante una combinación de capacidad de absorción del sudor y capilaridad o propagación de la humedad a través del tejido, y es clave para determinar la capacidad de gestión del sudor en estado líquido por parte del tejido. Según la norma AATCC TM, los tejidos se clasifican del 1 al >4, y buscaremos la mayor clasificación. La tecnología textil ha avanzado mucho y hoy en día podemos ofrecer fibras con estructuras especiales que se convierten en un método de transporte rápido y eficaz de la humedad o sudor, y al tener menor humedad por superficie del tejido favorecemos un secado más rápido.
- TIEMPO DE SECADO. Una vez que el tejido absorbe la humedad de la piel, queremos que el tiempo de evaporación de esa humedad sea el mínimo posible para que usuario se sienta fresco y seco.
- AISLAMIENTO TERMICO: es la capacidad o resistencia del tejido ante el paso de calor corporal y lo mediremos especialmente en prendas de protección contra el frío. Es decir, necesitaremos tejidos con altas resistencia al paso de calor para así conseguir un aislamiento alto. La medición del aislamiento térmico se realiza con la Norma EN ISO 11092. Para ambientes fríos de -5º o mayores, mediremos el Aislamiento térmico efectivo resultante, Icler, que es el aislamiento térmico, en condiciones definidas, entre la piel y la superficie externa de la ropa y medido mediante un maniquí móvil. Este parámetro se mide dentro de la norma UNE-EN 14058 que especifica los requisitos de prendas de protección contra ambientes fríos.
Confort Sensorial
El tacto de un tejido se relaciona con sensaciones agradables/desagradables producidas al entrar en contacto con la mano u otra parte del cuerpo.
En general, para prendas de primera capa y en contacto directo con la piel, nos decantamos por tejidos con fibras naturales en su interior o fibras artificiales que consigan el mismo efecto en la piel.
Además, evitamos elementos decorativos y diseños que puedan ocasionar malestar al trabajador, como bordados de grandes dimensiones en la espalda, elementos reflectantes que no tengan como objetivo proteger al trabajador frente a un riesgo de baja visibilidad, cuellos demasiado rígidos, etc.
Confort Ergonómico
Disponer de vestuario laboal ergonómico, que ofrezcan libertad de movimiento, tanto por su patronaje como por la elección de tejidos elásticos si el usuario realiza un trabajo especialmente activo, así como diseñar teniendo en cuenta cada detalle de la operativa de cada puesto es nuestro día a día.
Nuestra larga trayectoria nos permite identificar qué diseños se adaptan mejor a cada tipo de trabajo y, por ello, nos gusta acompañar a nuestros clientes en el proceso de diseño de su uniformidad, insistiendo mucho en la realización de visitas y entrevistas a los empleados, como parte de nuestra auditoria 4Ejes, para así elegir el producto más funcional para ellos.
Un buen producto es más que un diseño bonito.
Confort Psicológico
Ofrecer un tallaje adecuado mejora sin duda el confort ergonómico. Sin embargo, tiene una componente psicológica que inicialmente puede pasar desapercibida, pero puede llegar a ser una de las mayores causas de descontento en un vestuario laboral de uniformidad que vista a un gran número de personas.
Para nosotros es esencial disponer de tallaje masculino y femenino, así como patrones adaptativos a distintos colectivos. Gracias a nuestra herramienta de tallaje digital, FindMySize, podemos prever la edad, altura y peso medio del colectivo al que vamos a vestir para poder adaptar nuestro rango de tallas e incluso patrones para maximizar la adaptación de nuestro vestuario a todos los empleados. Además, nos ayuda a minimizar las tallas especiales, que no favorece a la inclusión y ocasiona malestar en los trabajadores y en los equipos de gestión de nuestros clientes.
Por último, ofrecer tejidos duraderos y de fácil mantenimiento que favorezca una imagen impecable durante todo momento. Tejidos que apenas se arrugan, resistentes al roce, anti-pilling, que no se deforman y mantienen los colores desde el primer lavado hasta la siguiente dotación, así como tejidos antimanchas para entornos industriales, hostelería o supermercados. Cada tejido que ofrecemos pasa por una batería extensa de ensayos para comprobar sus propiedades mecánicas en original y tras 50 lavados.
De nada sirve un fit perfecto si la prenda está desgastada. Descuidar la imagen de un trabajador no sólo afecta la marca de la empresa sino la propia autoestima y productividad del trabajador.
¿Cómo crees que te saldría una entrevista de trabajo si te obligaran a vestir con un atuendo viejo?
Como veis, la ciencia detrás de la percepción del confort es bien compleja y es por ello que tanto laboratorios como fabricantes de uniformidad estamos en un proceso de investigación y mejora continua para acertar cada vez más y ofrecer el producto perfecto para nuestros clientes.
¿Te gustaría saber más? ¿Te gustaría que hiciéramos una evaluación del grado de confort del vestuario laboral de tu empresa?