El riesgo eléctrico es uno de los más presentes en la mayoría de sectores y actividades laborales, por lo que representa una de las principales causas de accidentes en el trabajo.
Sin embargo, muchas veces el riesgo eléctrico no es obvio y su impacto puede ser devastador si no se toman las medidas preventivas adecuadas.
La seguridad laboral frente a este tipo de riesgos depende de una correcta identificación de los peligros y de la implementación de medidas preventivas que protejan a los trabajadores.
En este sentido, a lo largo de este artículo vamos a profundizar en qué es el riesgo eléctrico, los tipos que existen, las medidas preventivas recomendadas y cómo implementar una cultura de seguridad en tu empresa.
¿Qué es el riesgo eléctrico y por qué debe tomarse en serio?
Al hablar de riesgo eléctrico nos referimos a cualquier situación en la que un trabajador pueda entrar en contacto con energía eléctrica de forma accidental.
Este riesgo puede causar lesiones graves, como quemaduras, fibrilación cardíaca o paradas respiratorias, e incluso la muerte. Y sus consecuencias pueden ser tanto personales como materiales:
- Descargas eléctricas: un contacto directo con una fuente de electricidad puede provocar la electrocución.
- Arcos eléctricos: una descarga eléctrica que ocurre cuando una corriente atraviesa el aire entre dos conductores, produciendo una explosión de calor.
- Sobrecargas eléctricas: pueden provocar incendios o daños materiales.
Como ves, es fundamental tomarse en serio el riesgo eléctrico, ya que es invisible en muchos casos y puede presentarse de diversas formas (contacto directo o indirecto, arco eléctrico, etc.).
El simple hecho de estar cerca de una fuente de corriente sin protección adecuada puede resultar fatal.
El riesgo eléctrico es uno de los peligros más graves en el ámbito laboral y su control adecuado requiere una formación adecuada y el uso correcto de EPI.
Tipos de riesgo eléctrico según el entorno de trabajo
Los riesgos eléctricos varían según el entorno laboral, el tipo de trabajo y las condiciones en las que se desarrolla.
Conocer los diferentes tipos es el primer paso para poder prevenir accidentes:
- Contacto directo (con partes activas o cables sin aislamiento)
El contacto directo con partes activas, como cables sin aislamiento, puede generar una descarga eléctrica instantánea y potencialmente fatal. Este riesgo se encuentra principalmente en trabajos de instalación y reparación en sistemas eléctricos, maquinaria sin protección o mal mantenida.
- Contacto indirecto (con masas metálicas accidentalmente energizadas)
Se produce cuando una persona toca una masa metálica que está accidentalmente energizada, es decir, conectada a una fuente eléctrica debido a una falla en el sistema de aislamiento. Este riesgo es común en equipos mal instalados o dañados.
- Arco eléctrico (descarga repentina entre dos puntos conductores)
El arco eléctrico es una descarga de corriente entre dos conductores que están a diferentes potenciales eléctricos. Esta descarga puede generar temperaturas extremadamente altas que, a su vez, pueden causar quemaduras o incendios. Se da con frecuencia en trabajos de mantenimiento industrial o en sistemas de distribución eléctrica.
- Sobretensiones y descargas atmosféricas
Las sobretensiones ocurren cuando hay un aumento inesperado de tensión en una red eléctrica. Las descargas atmosféricas, como los rayos, también representan un riesgo grave. Ambos pueden dañar equipos eléctricos e incluso causar accidentes fatales a las personas cercanas.
- Ambientes con humedad, polvo o conductores no controlados
La humedad puede provocar corrientes de fuga a través de equipos o cables defectuosos, mientras que el polvo o los conductores mal protegidos pueden crear trayectorias inesperadas para la electricidad, aumentando el riesgo de descargas.
Como ves, el riesgo eléctrico puede manifestarse de diversas maneras, por lo que es importantísimo conocer los tipos y adaptar las medidas preventivas adecuadas a cada entorno de trabajo.
Medidas preventivas frente al riesgo eléctrico: ¿qué dice la normativa y qué se aplica en la práctica?
La normativa española y europea establece medidas preventivas claras que deben implementarse para reducir el riesgo eléctrico. Entre las más importantes destacan:
- Desconexión y bloqueo de fuentes de tensión
Antes de realizar cualquier trabajo de mantenimiento o reparación en un sistema eléctrico, se debe desconectar la energía y bloquear la fuente de tensión para evitar cualquier riesgo de descarga accidental.
- Verificación de ausencia de tensión
Siempre que se trabaje en equipos eléctricos, se debe verificar la ausencia de tensión mediante probadores de tensión homologados antes de comenzar cualquier intervención.
- Uso de equipos aislantes
En las instalaciones eléctricas, se debe usar herramientas aisladas para evitar el contacto directo con las partes activas de los circuitos.
- Señalización y barreras de seguridad
Toda área de trabajo con riesgo eléctrico debe estar señalizada adecuadamente, y deben instalarse barreras de seguridad para impedir el acceso de personas no autorizadas a zonas peligrosas.
- Formación continua
La formación en seguridad eléctrica es esencial. Los trabajadores deben estar bien capacitados en la identificación de riesgos, en el uso adecuado de los EPI y en cómo actuar en caso de accidente eléctrico.
Recuerda que la normativa de riesgos eléctricos establece medidas claras para prevenir accidentes, pero su aplicación efectiva depende de la formación continua y la implementación rigurosa de procedimientos.
Equipos de protección individual frente al riesgo eléctrico
El uso de EPI adecuados es fundamental para garantizar la seguridad laboral frente al riesgo eléctrico.
A continuación, te listamos los principales equipos de protección individual frente a riesgos eléctricos que deben utilizarse en función del tipo de trabajo:
Los guantes dieléctricos protegen al trabajador de descargas eléctricas, y su clase se determina según el nivel de tensión que pueden soportar.
Esta ropa está diseñada para proteger contra arcos eléctricos y temperaturas extremas generadas por las descargas. Debe estar certificada según las normativas específicas.
Las botas dieléctricas protegen al trabajador del riesgo eléctrico, aislando el cuerpo del suelo y evitando que la corriente fluya a través de él en caso de contacto con una fuente eléctrica.
Los cascos de protección deben ser aislantes y proporcionar una barrera frente a caídas de objetos, descargas y golpes, al mismo tiempo que permiten la visibilidad y la comodidad.
Por supuesto, todos estos EPI eléctricos deben ser revisados regularmente para garantizar que no presenten daños o desgaste. Las inspecciones periódicas son vitales para asegurar su eficacia.
Cómo implantar una cultura preventiva frente al riesgo eléctrico en la empresa

Implementar una cultura preventiva frente al riesgo eléctrico en la empresa implica más que cumplir con la normativa: requiere un compromiso real con la seguridad laboral en todos los niveles.
Para ello, hay varios pasos a seguir:
Paso 1: Identificación de riesgos
Es necesario realizar una evaluación de riesgos para identificar los peligros eléctricos en cada entorno de trabajo y establecer las medidas preventivas.
Paso 2: Formación continua
La formación continua en seguridad eléctrica es imprescindible. Los empleados deben ser conscientes de los riesgos y saber cómo utilizar correctamente los EPI.
Paso 3: Supervisión y control
Es vital realizar supervisiones regulares para verificar que los procedimientos de seguridad se siguen adecuadamente y que los EPI se están utilizando de forma correcta.
Paso 4: Implementación de protocolos de emergencia
La respuesta ante emergencias eléctricas debe estar claramente definida, con protocolos de actuación rápidos y efectivos para evitar daños mayores.
Crear una cultura preventiva frente al riesgo eléctrico requiere la participación activa de toda la organización, en cada uno de estos pasos.
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